La línea de alta velocidad Madrid-Andalucía se ha restablecido poco después de las ocho de esta mañana tras permanecer cortada durante casi toda la madrugada debido a las fuertes lluvias causadas por la dana que afecta desde el domingo a la zona central de la Península, según ha informado el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Los técnicos han logrado despejar el tramo de vía que impedía la circulación entre Mora y La Sagra, en la provincia de Toledo, pero los trenes deben circular “con limitación de velocidad y con retrasos al paso por esta zona”, según Adif.

El tramo había quedado interrumpido desde la una y media de este lunes por la acumulación de agua que afectaba a los dos operadores que circulan en la línea (Renfe e Iryo) y fue restablecido sobre las cuatro de esta madrugada. No obstante, la lluvia obligó a suspender de nuevo las conexiones entre Madrid y Andalucía a las siete de esta mañana. De hecho, los primeros trenes de los servicios con Andalucía que tenían prevista su salida a lo largo de esta mañana no saldrán de origen o lo harán con retraso hasta que se reprogramen los servicios. Además, la línea de AVE Madrid-Toledo permanece cortada.

Viajeros en la estación de Santa Justa en Sevilla, este lunes. Raúl Caro (EFE)

Asimismo, Renfe ha restablecido a las 7.54 de este lunes el tráfico ferroviario en el Corredor Mediterráneo, que fue cortado en la tarde del domingo por las intensas lluvias, aunque con algunas limitaciones que siguen provocando retrasos de unos 20 minutos. Según ha informado la compañía, se circula únicamente por una vía y con la correspondiente limitación de velocidad en el tramo comprendido entre l’Aldea y Ulldecona (Tarragona). Además, debido a las fuertes lluvias registradas en varios puntos de Andalucía, también se ha suspendido el AVE Valencia-Sevilla que debía haber partido este lunes por la mañana.

Viajeros en la estación de Atocha en Madrid, este lunes.
Viajeros en la estación de Atocha en Madrid, este lunes. Moeh Atitar de la Fuente

Miles de viajeros están sufriendo largas esperas en las estaciones de trenes de las líneas afectadas como Atocha (Madrid), Santa Justa (Sevilla), María Zambrano (Málaga), Córdoba y Toledo, a la espera de conocer la reprogramación de sus viajes tras el restablecimiento parcial de las líneas. Decenas de ellos han pernoctado en las instalaciones y muchos de ellos se quejan de la falta de información.

Otras incidencias

El fuerte temporal que ha arreciado durante toda la madrugada, sobre todo en la zona central de la Península, también ha causado numerosas incidencias en el tráfico ferroviario convencional. Permanece cortado el tramo Talavera-Madrid de la línea entre la capital y Extremadura por suspensión del servicio en tres zonas de este trayecto. En este caso, Renfe ha dispuesto un servicio alternativo por carretera ente Talavera de la Reina (Toledo) y Fuenlabrada (Madrid) para los trenes de la relación Madrid-Extremadura

También se mantiene suspendida la circulación entre Villasequilla y El Romeral (Toledo) por acumulación de agua. Este incidente afecta a la línea ferroviaria convencional que une Madrid con Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Jaén, Albacete y Almería. Renfe ha dispuesto un servicio alternativo por carretera entre Alcázar de San Juan y Aranjuez.

Esta mañana también quedaba interrumpida, pero luego se recuperaba la circulación, del servicio en la línea C4a entre la Universidad Cantoblanco y Alcobendas-San Sebastián de los Reyes (Madrid) por acumulación de agua.

Renfe ha anunciado a los viajeros que podrán anular o cambiar su billete sin gastos si consideran no realizar su desplazamiento. Esta medida de la empresa ferroviaria ya se adoptó el domingo en los diferentes servicios afectados por el temporal. Además, ha reforzado sus canales oficiales de información para aquellos clientes que tienen previsto viajar este lunes, tanto en redes sociales, web como mensajes SMS. También pueden acudir a los canales de información habituales en estaciones y en el teléfono 912 320 320.

Una de las estaciones más afectadas es la de Atocha en Madrid, que está viviendo una mañana agitada. En el vestíbulo principal de la estación hay más de 200 pasajeros que se forman en tres largas colas. Dos de ellas son de la empresa hispanoitaliana Iryo, que presta servicios de alta velocidad en el corredor Madrid-Sevilla. Una es para los pasajeros que tenían billetes para el domingo y que siguen sin poder viajar, y otra es para los viajeros que debían partir este lunes y reclaman la devolución de su dinero. Una tercera fila es de Renfe, para los pasajeros que debían viajar el domingo o el lunes y que quieran la devolución de su dinero. La empresa ha contactado a lo largo de la mañana con los pasajeros con destino a Sevilla, Málaga y Jaén, para reubicarlos en los próximos trenes que salgan para Andalucía, informa Ana Puentes.

Así, los AVE de Renfe con destino a Sevilla con salida a las 9.05, 10.10 y 11.53 han sido retrasados. Lo mismo ocurre con el tren de las 12.10 a Málaga. También hay demoras en los trayectos de Iryo que iban a Sevilla y que salían a las 9.10 y a las 11.10.

Normalidad en los aeropuertos

Por otra parte, el tráfico aéreo trascurre en la mañana de este lunes con total normalidad tras algunos problemas registrados este domingo por la dana en aeropuertos como Santander, Palma de Mallorca y Madrid debido a las fuertes precipitaciones y al viento, que obligó a la cancelación de varios vuelos o su desvío a otros destinos, informa Aena.

Colas y confusión en Atocha

Viajeros esperando en la estación madrileña de Atocha.
Viajeros esperando en la estación madrileña de Atocha. ANA PUENTES

Ana Puentes

La estación madrileña de Atocha ha sido en las últimas 24 horas escenario de un caos por los cientos de viajeros esperando a que sus trenes salieran tras ser suspendidos o retrasados por las fuertes lluvias de la dana que ha azotado a la Península en las últimas horas. En la mañana de este lunes, los trenes que iban rumbo a Málaga, Sevilla, Jaén y Córdoba tenían demoras de casi seis horas. Incluso había pasajeros esperando desde de la tarde del domingo, porque ya había afectaciones por el clima. También los viajeros con destino a Toledo, una de las provincias más golpeadas por la dana y donde han fallecido dos personas, que han sido  suspendidos.

En Atocha hay un barullo que no cesa. Los viajeros hablan por teléfono o por vídeo llamada en todos los idiomas, charlan en las filas, comen un bocadillo o cabecean sentados sobre sus maletas en los pasillos. Algunos han tenido que pasar la noche en la estación o han llegado en la madrugada.  Marta vino a Madrid el fin de semana y debía regresar el domingo en el tren de las 17.00 a Málaga. Trabaja en el mercado inmobiliario y este lunes tenía varias citas para tomar fotos a apartamentos. No llegó y aún duda si llegará. Anoche pagó 85 euros por una noche de hotel cerca a Atocha y madrugó este lunes para esperar desde las 7.00 para el tren de las 8.00 que le habían reprogramado. Pero el servicio no salió y, ahora, le han dado un nuevo boleto para el  de las 15.55. «Soy autónoma y he perdido el día de trabajo. Ha sido todo un caos, las demoras solo aumentan», dice Marta, sentada en el suelo de un pasillo.

A pocos metros de Marta están Ariadna García y Alejandro Altamirano, dos amigos que han viajado desde Valencia hasta la estación de Chamartín en Madrid. Han hecho escala para llegar a Atocha y, luego, tomar un Renfe hasta Toledo. Pero al detenerse frente a las pantallas han visto que todos los servicios estaban suspendidos. «No imaginábamos que iba a estar tan mal. Desde que tomamos el tren en Valencia hemos estado viendo las redes y la web de Renfe y solo hasta llegar aquí hemos visto que han suspendido los trenes», dice García. Altamirano agrega que están evaluando si merece la pena tomar un autobús en Plaza Elíptica: «Tampoco sabemos si es posible llegar por carretera. Vamos de turismo por cuatro días a Toledo y tememos perder las reservas de hotel».

Los empleados de las compañías de tren Renfe e Iryo hacen lo que pueden. «No te puedo decir al 100% si saldrá algún tren más tarde», le ha dicho una empleada de Atocha a Sophie Thompson, una turista australiana que también tenía boleto para el tren de las 13.40 a Toledo.

El turismo es uno de los sectores afectados tras las lluvias que han retrasados los servicios en la estación de Atocha. Un grupo de siete jóvenes turistas coreanos están atrapados en la estación desde la madrugada. No hablan español y apenas con un poco de inglés y el lenguaje de señas han conseguido formarse en la fila correcta. Es vital saber cuál es porque hay tres colas que serpentean por el hall principal. Dos son de la empresa Iryo, una para los pasajeros que desde este domingo no han podido viajar a Andalucía y otra para los afectados de este lunes. En esta última está Kyle, un joven californiano que lleva una semana en España y que este lunes iba rumbo a Sevilla. Confía en que cuando llegue al mostrador alguien hable inglés. «No hablo Español. Solo he visto que mi tren, que salía a las 9.00, ha salido con los avisos de «Suspendido» y luego «Retrasado». “No entiendo nada», explica. Iba a pasar solo un día en la capital andaluza y a las 11.00 ya llevaba dos horas en la fila.

La otra gran cola es la de Renfe, donde se forman los pasajeros que quieren un reembolso o una reubicación. Entre empleados y personal de seguridad dan indicaciones a los confundidos pasajeros. Una viajera, incluso, ha hecho las veces de logística: «Si eres de los de ayer, ve a esa fila», «¿Vas a Córdoba? Mejor quédate en esta», va diciendo. Una turista del Perú se forma con una bolsa húmeda en la mano: «Imagina estar de vacaciones y que te pase esto. Me he tenido que cambiar porque me he mojado de camino a la estación», comenta. Afuera, llueve. En Atocha, por la salida de Méndez Álvaro, una gotera ha formado un enorme charco. 

Una voz suena en el hall una y otra vez suena en el hall: «Disculpen las molestias». En un par de momentos, los empleados de Renfe han reunido a grupos de pasajeros que corren con sus maletas para ser reubicados en el próximo tren a Sevilla o a Málaga.

Los ánimos cambian con el pasar de las horas. Los rostros han pasado de la incertidumbre a la molestia, de la molestia la cansancio, y del cansancio a la resignación. Hay pasajeros sentados en las sillas de playa que llevaban a Málaga y otros que han improvisado una oficina: se sientan en el suelo y sobre las maletas ponen el ordenador para trabajar lo que puedan. Otros hacen amigos en la fila: «Son mis compis de tragedia», dice Ismael, que presenta a Samuel y a Alejandro, que llevan desde este domingo esperando un tren a Sevilla.

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