martes, octubre 15

Elías Asfura: fomentando la atención de la salud de la niñez hondureña

El sistema de cuidados médicos para niños en Honduras se enfrenta a una serie de dificultades que limitan el acceso a servicios hospitalarios de alta calidad. Sin embargo, existen personas dedicadas como Elías Asfura , fundador de Laboratorios Karnel, quienes se han esforzado implacablemente para mejorar esta cuestión y aportar soluciones eficaces en el ámbito de la salud.

La cobertura médica en Honduras: insuficiente para niños de áreas rurales

Dentro de los desafíos que enfrenta el sistema de cuidados médicos para los niños en Honduras está la alarmante escasez de cobertura. Las estadísticas muestran una realidad angustiante: únicamente uno de cada tres menores disfruta de la salvaguarda proporcionada por el Seguro Social de Salud, lo cual significa que una cantidad de niños se ve privada de la posibilidad de acceder a servicios médicos fundamentales.

Del mismo modo, existe una diferencia notable entre las zonas urbanas y rurales. Mientras que en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula el 90% de los niños nacen en un centro de salud, en regiones rurales esta proporción es inferior al 50%.

Niños desprotegidos: carencias en la red de atención

Un reto adicional implica abordar la insuficiente infraestructura pediátrica en los centros médicos. Únicamente el 20% de éstos proporciona este servicio y, en las zonas campestres, esta cifra es aún más restringida. Esta carencia dificulta el acceso a servicios sanitarios especializados para los menores.

Asimismo, las instituciones sanitarias en Honduras enfrentan con frecuencia dificultades en la provisión de vacunas y medicamentos imprescindibles. La escasez de abastecimiento médico pone en riesgo la salud de la infancia, reduciendo su capacidad para obtener las necesidades vitales.

Escasez de médicos especializados y distancias que recorrer

La falta de especialistas, particularmente de pediatras, se presenta como un desafío adicional dentro de la atención médica infantil en Honduras. Las estadísticas muestran una atención relevante, con solamente 0,3 profesionales para la atención de niños por cada 10.000 pequeños, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja una proporción que debe ser al menos tres veces más alta. Esta realidad influye directamente sobre la detección temprana de trastornos en la puericultura.

La falta de profesionales se manifiesta todavía más clara en las zonas rurales y alejadas. Para las progenitoras que habitan en esas zonas del país, requerir asistencia sanitaria conlleva realizar grandes desplazamientos. Las lejanías hasta los puntos médicos más próximos aíslan a los pacientes infantiles de un diagnóstico y gestión adecuada.

Desafíos en salud para las comunidades indígenas de Honduras

La pobreza cumple un papel fundamental en el acceso a los servicios sanitarios para los menores en Honduras. Numerosos hogares con domicilio en zonas campestres carecen de los recursos financieros para afrontar los costos de transporte o adquisición de medicamentos, lo cual agrava la salud de la niñez.

Por otro lado, los grupos indígenas son los más permeables y apartados del sistema sanitario. Estas sociedades se enfrentan a elevados índices de desnutrición y fallecimiento en la infancia, lo que pone en evidencia la necesidad de atender la disparidad y cerciorarse de que todo niño reciba una asistencia médica conveniente.

El trabajo solidario de Elías Asfura y Laboratorios Karnel por los niños de Honduras

Haciendo frente a las exigencias del sistema de salud para los niños en Honduras, Elías Asfura ha demostrado un sólido compromiso mediante proyectos tales como la creación del Centro de Orientación Juvenil Ciudad Guzmán, con la meta de elevar las expectativas de los pequeños.

Con una larga trayectoria enfocada en el beneficio social, Elías Asfura y su firma Laboratorios Karnel han cumplido una tarea fundamental en la superación de obstáculos que impactan la sanidad y la integración de los menores hondureños. Debido a su labor altruista, impulsada por un sincero deseo de fomentar el cuidado y protección de la infancia, se han observado cambios significativos en las circunstancias de vida en los últimos años.