La historia se repite. Foot Locker se desplomó en Bolsa en mayo tras presentar los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal y este miércoles ha caído aún con más fuerza tras publicar las cuentas del segundo. El distribuidor minorista de calzado y ropa deportiva ha vuelto a rebajar las previsiones de ventas para el conjunto del año y, en otra prueba de lo feas que se están poniendo las cosas, ha decidido suspender el dividendo. La empresa, además, ha entrado en números rojos. Las acciones han caído más de un 30% tras el anuncio y han llegado a marcar un precio de 14,84 dólares, su mínimo desde 2010.
La compañía hace frente a la debilidad del consumo en un entorno de inflación y tipos de interés altos que ha llevado a los consumidores a medir con cuidado en qué se gastan el dinero. Además, se une la competencia del comercio electrónico y la venta directa a los consumidores por parte de las grandes marcas, como Nike y Adidas. Foot Locker opera 2.599 tiendas en 26 países de Norteamérica, Europa, Asia, Australia y Nueva Zelanda, más 184 franquicias en Oriente Medio y Asia.
Las ventas totales disminuyeron un 9,9%, hasta 1.861 millones de dólares, en el segundo trimestre, frente a los 2.065 millones del mismo periodo de 2022 y un poco más aún, un 10,2%, descontando el impacto cambiario positivo. Para colmo, esa caída de las ventas ha venido acompañada de un importante deterioro de los márgenes, de 460 puntos básicos. La empresa lo achaca, entre otros factores, a un aumento de la actividad promocional, que incluyó mayores rebajas, y un aumento de las mermas, el término que se suele usar para referirse al hurto en tiendas por parte de clientes y empleados.
Por ello, la empresa ha sufrido unas pérdida de 5 millones de dólares en el segundo trimestre (0,05 dólares por acción), frente a unos beneficios netos de 94 millones de dólares en el mismo periodo del año anterior. Pese a las rebajas, las existencias de mercancías de la empresa ascendían a 1.800 millones de dólares al cierre del trimestre, un 11% más que un año antes.
Sin dividendo
Al final del trimestre, el efectivo y los equivalentes ascendían a 180 millones de dólares, mientras que la deuda en su balance era de 450 millones de dólares. Los zapatos financieros aprietan. “Para asegurarnos de que tenemos la flexibilidad necesaria para seguir financiando adecuadamente nuestras inversiones estratégicas, vamos a suspender nuestro dividendo trimestral en efectivo más allá del pago de octubre aprobado recientemente por nuestro consejo”, ha dicho Mary Dillon, presidenta y consejera delegada de la compañía, a través de un comunicado. Dillon ha asegurado que cuando Foot Locker presente los resultados anuales dará más información sobre los planes futuros de dividendos y los objetivos financieros a largo plazo.
Tras la negativa primera mitad del ejercicio, Foot Locker ha rebajado la previsión de ventas para el conjunto del año. Ahora espera una caída del 8% al 9%, cuando antes la esperaba del 6,5% al 8%. También empeora la previsión de beneficios, de un rango de 2,00-2,25 dólares por acción a 1,30-1,50.
“Nuestro segundo trimestre se ajustó en líneas generales a nuestras expectativas, a pesar de que el contexto de consumo sigue siendo difícil”, ha dicho Dillon en el comunicado. “Sin embargo, en julio observamos un debilitamiento de las tendencias y estamos ajustando nuestras perspectivas para 2023 para poder competir mejor con los consumidores sensibles al precio, sin dejar de apostar por las inversiones estratégicas que impulsan nuestro plan Lace Up [el nuevo plan estratégico de la compañía, presentado en marzo]”, ha añadido.
Los malos de resultados de Foot Locker han arrastrado a la baja a Nike y Adidas, que han llegado a caer cerca de un 5% en Bolsa, aunque luego han recuperado terreno.
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